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Sobre la ley

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STO. TOMÁS DE AQUINO

 

SOBRE LA LEY

 

SUMMA THEOLOGIAE

PRIMERA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE (I-II)

(Trad. Luis Inclán)

CUESTIÓN 101

Los preceptos ceremoniales en sí mismos

ARTÍCULO 4

 

¿Están bien divididas las ceremonias de la ley antigua en sacrificios, sacramentos, cosas sagradas y observancias?

 

 

Objeciones por las que parece que las ceremonias de la ley antigua no están bien divididas en sacrificios, cosas sagradas, sacramentos, y ceremonias.

 

1. Las ceremonias de la antigua ley figuraban a Cristo, pero esto sólo mediante los sacrificios, pues sólo por éstos era figurado el sacrificio con el que Cristo se ofreció como oblación y hostia a Dios, según se dice en Ef 5; luego sólo los sacrificios eran ceremoniales.

 

2. La vieja ley se ordenaba a la nueva; pero en la ley nueva el mismo sacrificio es el sacramento del altar. Luego en la ley vieja no debieron distinguirse los sacramentos de los sacrificios.

 

3. Se llama sagrado lo que se consagra a Dios, y por esta razón el tabernáculo y sus vasos se decían santificados. Pero todos los preceptos ceremoniales se ordenaban al culto de Dios, como queda dicho; luego todas las ceremonias son sagradas, y no debía llamarse sagrada una sola parte de las ceremonias.

 

4. Las observancias se dicen así del verbo observar; pero todos los preceptos de la ley debían ser observados, pues se dice en el Dt 8: Guárdate bien de olvidarte del Señor, tu Dios, dejando de observar sus mandamientos, sus leyes y sus ceremonias. Luego no deben ponerse las «observancias» como una parte de las ceremonias.

 

5. También las solemnidades se cuentan entre las ceremonias, por cuanto eran sombras de lo futuro, según se escribe en la epístola a los Colosenses, 2. Igualmente, las oblaciones y los dones, como lo declara el Apóstol en Heb 9, los cuales, sin embargo, no parecen comprenderse en ninguno de los miembros indicados; luego no está bien hecha la distinción de las ceremonias.

 

Contra esto: Está el hecho de que en la antigua ley cada uno de los antedichos miembros se llama «ceremonias». Pues de los sacrificios se dice en Núm. 15: Ofrece un becerro en sacrificio con sus libaciones, como piden las ceremonias. Del «sacramento» del orden se dice también en Levítico 7: Esta es la unción de Aarón y de sus hijos, según las ceremonias. De las «cosas sagradas» se dice en Ex 38: Estos son los instrumentos del tabernáculo del testimonio, según las ceremonias de los levitas. Sobre las «observancias» también se dice en l 3 Reyes 9: Si os rebelareis y no me siguiereis ni observareis las ceremonias que yo os he propuesto...

 

Solución: Según se dijo anteriormente, los preceptos ceremoniales se ordenan al culto divino, en el cual debemos considerar el culto mismo, los que lo ejercen y los instrumentos de que se sirven. El culto mismo consiste especialmente en los sacrificios ofrecidos a Dios en testimonio de reverencia. Los instrumentos del culto pertenecen a las cosas sagradas, como el tabernáculo, los vasos y otras cosas tales. En los que ejercen el culto hay que considerar dos cosas: su iniciación en el culto divino, que se hace por la consagración del pueblo o de los ministros, y esto pertenece a los sacramentos; y el especial género de vida con que se deben distinguir de los que no están destinados a Dios, y esto pertenece a las observancias, como los alimentos, vestidos y cosas similares.

 

Respuesta a las objeciones:

 

1. Convenía que los sacrificios se ofreciesen en determinados lugares y por determinadas personas, y todo esto pertenece al culto divino. Y así como mediante los sacrificios se significaba a Cristo inmolado, así los sacramentos y las cosas sagradas significaban los sacramentos y las cosas sagradas de la nueva ley, y las observancias, la conducta del pueblo de la ley nueva, todas las cuales cosas pertenecen a Cristo.

 

2. El sacrificio de la ley nueva, que es la Eucaristía, contiene al mismo Cristo, autor de la santificación, pues Él santificó al pueblo por su sangre, según se dice en Heb 13. Por eso, este sacrificio es a la vez sacramento. Pero los sacrificios de la ley antigua no contenían a Cristo, sólo lo figuraban, y por esto no se llaman sacramentos. Mas para significar éstos especialmente había en la ley antigua ciertos sacramentos, figuras de la futura consagración, aunque también llevaban consigo algunos sacrificios.

 

3. Los sacrificios y sacramentos eran también cosas sagradas; pero había también ciertas cosas sagradas que, sin ser sacrificios ni sacramentos, estaban dedicadas al culto de Dios y que reciben como propio el nombre común de cosas sagradas.

 

4. Las cosas que se refieren a la conducta del pueblo que rendía culto a Dios, se reservaban el nombre común de «observancias», por ser inferiores a las precedentes. No se llamaban cosas «sagradas», porque no tenían relación inmediata con el culto a Dios, como el tabernáculo y sus vasos; sin embargo, se llamaban «ceremoniales», por cierta relación con el culto para hacer idóneo al pueblo que daba culto a Dios.

 

5. Como los sacrificios se ofrecían en determinados lugares, y también en determinados tiempos, también se cuentan entre las cosas sagradas las solemnidades. Las oblaciones y los dones se computan entre los sacrificios, porque se ofrecían a Dios. Por eso dice el Apóstol en Heb 5: Todo pontífice, tomado de entre los hombres, es instituido en favor de los hombres para las cosas que miran a Dios, para ofrecer dones y sacrificios.

 

 
     

SOBRE LA LEY

SOBRE LA LEY EN GENERAL

I-II, q. 90, La esencia de la ley

I-II, q. 91, Las distintas clases de leyes

I-II, q. 92, Los efectos de la ley

SULLE PARTI DELLA LEGGE

Ley eterna

I-II, q. 93, La ley eterna

Ley natural

I-II, q. 94, La ley natural

Ley humana

I-II, q. 95, La ley humana

I-II, q. 96, El poder de la ley humana

I-II, q. 97, Sobre la mutabilidad de las leyes

La antigua ley

I-II, q. 98, La antigua ley

I-II, q. 99, Los preceptos de la ley antigua

I-II, q. 100, Los preceptos morales de la ley antigua

I-II, q. 101, Los preceptos ceremoniales en sí mismos

I-II, q. 102, Razón de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 103, Duración de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 104, Los preceptos judiciales

I-II, q. 105, Naturaleza de los preceptos judiciales

La nueva ley

I-II, q. 106, Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

I-II, q. 107, Comparación entre la ley antigua y la nueva

I-II, q. 108, El contenido de la ley nueva