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Sobre la ley

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STO. TOMÁS DE AQUINO

 

SOBRE LA LEY

 

SUMMA THEOLOGIAE

PRIMERA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE (I-II)

(Trad. Luis Inclán)

CUESTIÓN 106

Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

ARTÍCULO 1

 

¿Es escrita la nueva ley?

 

 

Objeciones por las que parece que la ley nueva es ley escrita.

 

1. La nueva ley es el mismo Evangelio; peo el Evangelio se describe en Jn 20: Estas cosas han sido escritas para que creáis; luego la ley nueva es una ley escrita.

 

2. La ley infusa es ley natural, según aquello de Rom 2: Cumplen naturalmente lo que se refiere a la ley, quienes tienen los mandatos de la ley escritos en sus corazones. Por tanto, si la ley del Evangelio fuese una ley infusa, no sería distinta de la ley natural.

 

3. La ley evangélica es propia de los que viven según el Nuevo Testamento; pero la ley infusa es común a los que viven en el Nuevo y en el Antiguo, pues se dice en Sab 7 que la divina sabiduría, a través de los pueblos, se derrama en las almas santas, y hace amigos de Dios y profetas. Luego la ley nueva no es una ley infusa.

 

Contra esto: Está el hecho de que la ley nueva es la ley del Nuevo Testamento y ésta ha sido infundida en el corazón; pues el Apóstol dice en Heb 8, invocando la autoridad de Jer 31: He aquí que llegan días, palabra del Señor, en que haré una alianza nueva con la casa de Israel y con la casa de Judá. Y, explicando cuál será esa alianza, dice: Esta será la alianza que yo haré con la casa de Israel, grabando mis leyes en su mente, y lsa escribiré en su corazón. Luego la ley nueva es ley infusa.

 

Solución:Cada cosa se identifica con aquello que en ella es principal, según dice el Filósofo en IX Ethic. Pero lo principal en la ley del Nuevo Testamento y en lo que consiste toda su virtud es la gracia del Espíritu Santo, que se da por la fe en Cristo. Por consiguiente, la ley nueva principalmente es la misma gracia del Espíritu Santo, que se da a los fíeles de Cristo. Y esto lo pone de manifiesto el Apóstol en Rom 3: ¿Dónde está, pues, tu jactancia? Ha quedado excluida. ¿Por qué ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe. Y llama ley a la gracia de la fe. Y más explícitamente se dice en Rom 8: La ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la ley del pecado y de la muerte. De donde dice San Agustín, en su libro De spiritu et littera, que, como la ley de las obras fue escrita en tablas de piedra, del mismo modo la ley de la fe ha sido escrita en los corazones de los fieles. Y añade en otro lugar del mismo libro: ¿Cuáles son las leyes de Dios escritas por El mismo en los corazones, sino la misma presencia del Espíritu Santo?

Tiene, no obstante, la nueva ley como ciertos dispositivos para recibir la gracia del Espíritu Santo y ordenados al uso de la misma gracia, que son como secundarios en la ley nueva, sobre los cuales ha sido necesario que fueran instruidos los fieles de Cristo, tanto de palabra como por escrito, ya sobre lo que se ha de creer como sobre lo que se ha de hacer. Y así se debe decir que la ley nueva es principalmente ley infusa; secundariamente es ley escrita.

 

Respuesta a las objeciones:

 

1. En el texto del Evangelio no se contiene sino lo que corresponde a la gracia del Espíritu Santo, bien sea como disposición, bien como ordenación al uso de la gracia. Como disposición del entendimiento para la fe, mediante la cual se da la gracia del Espíritu Santo, se contiene en el Evangelio cuanto pertenece a la manifestación de la divinidad y humanidad de Cristo; en cuanto afecto, se contiene en el Evangelio cuanto mira al desprecio del mundo, por el cual se hace el hombre capaz de la gracia del Espíritu Santo. Pues el mundo, esto es, los amadores del mundo, no puede recibir el Espíritu Santo, según Jn 14. El uso espiritual de la gracia consiste en las obras de las virtudes, a las que de muchas maneras exhorta a los hombres la escritura del Nuevo Testamento.

 

2. De dos maneras puede infundirse algo en el hombre: de una, como perteneciente a la naturaleza humana, y así la ley natural es una ley infusa en el hombre; de otra, se infunde una cosa al hombre como añadida a la naturaleza por don de la gracia, y de este modo la ley nueva es ley infusa en el hombre, indicando no sólo lo que se debe hacer, sino también ayudando a cumplirlo.

 

3. Nunca tuvo nadie la gracia del Espíritu Santo s no ser por la fe de Cristo, explícita o implícita. Pues mediante la fe el hombre pertenece al Nuevo Testamento, de manera que quienes recibieron la ley infusa de la gracia, gracias a ella pertenecen al Nuevo Testamento.

 

 
     

SOBRE LA LEY

SOBRE LA LEY EN GENERAL

I-II, q. 90, La esencia de la ley

I-II, q. 91, Las distintas clases de leyes

I-II, q. 92, Los efectos de la ley

SULLE PARTI DELLA LEGGE

Ley eterna

I-II, q. 93, La ley eterna

Ley natural

I-II, q. 94, La ley natural

Ley humana

I-II, q. 95, La ley humana

I-II, q. 96, El poder de la ley humana

I-II, q. 97, Sobre la mutabilidad de las leyes

La antigua ley

I-II, q. 98, La antigua ley

I-II, q. 99, Los preceptos de la ley antigua

I-II, q. 100, Los preceptos morales de la ley antigua

I-II, q. 101, Los preceptos ceremoniales en sí mismos

I-II, q. 102, Razón de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 103, Duración de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 104, Los preceptos judiciales

I-II, q. 105, Naturaleza de los preceptos judiciales

La nueva ley

I-II, q. 106, Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

I-II, q. 107, Comparación entre la ley antigua y la nueva

I-II, q. 108, El contenido de la ley nueva