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Sobre la ley

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STO. TOMÁS DE AQUINO

 

SOBRE LA LEY

 

SUMMA THEOLOGIAE

PRIMERA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE (I-II)

(Trad. Luis Inclán)

CUESTIÓN 90

La esencia de la ley

ARTÍCULO 1

 

La ley, ¿pertenece a la razón?

 

 

Objeciones por las que parece que la ley no pertenece a la razón.

 

1. El Apóstol dice en Rom. VII: siento otra ley en mis miembros, etc. Pero lo que pertenece a la razón no se halla en los miembros, puesto que la razón no utiliza un órgano corporal; luego la ley no es cosa de la razón.

 

2. Además, en la razón no hay más que potencia, hábitos y actos. Pero la ley no es la potencia misma de la razón. De modo semejante, tampoco es ningún hábito de la razón, porque estos hábitos son las virtudes intelectuales, de las que ya hemos hablado antes. Ni es tampoco un acto de la razón, pues si así fuera, al cesar el acto -por ejemplo, durante el sueño- cesaría la ley. Luego la ley no es algo propio de la razón.

 

3. Por otro lado, la ley mueve a quienes le están sometidos a obrar rectamente. Pero mover a obrar atañe propiamente a la voluntad, como consta por lo ya dicho. Luego la ley no pertenece a la razón, sino más bien a la voluntad según lo que dice también el Jurisconsulto: Lo que place al príncipe tiene fuerza de ley.

 

Contra esto: Está que corresponde a la ley mandar y prohibir. Pero mandar es propio de la razón, como ya se ha expuesto. Luego la ley pertenece a la razón.

 

Solución: La ley es regla y medida de nuestros actos según la cual uno es inducido a obrar o a dejar de obrar; pues ley deriva de ligar; porque obliga a la acción. Ahora bien, la regla y medida de los actos humanos es la razón, que, como queda dicho, constituye el primer principio de los actos humanos, puesto que es propio de la razón ordenar al fin, que es, según el Filósofo, el primer principio en el orden operativo. Pero lo que es principio en un determinado género es regla y medida de ese género, como la unidad en el género de los números y el movimiento primero en el género de los movimientos. Se sigue, pues, que la ley es algo que pertenece a la razón.

 

Respuesta a las objeciones:

 

1. Siendo la ley una cierta regla y medida, se dice que se encuentra en algo de dos maneras. Primera, como en un principio que mide y regula. Y ya que esto es propio de la razón, la ley sólo se encuentra en la razón. Segunda, como en lo regulado y medido. Y así la ley se encuentra en todas las cosas que se ven inclinadas a algo a causa de una ley; por tanto, cualquier inclinación debida a una ley puede llamarse ella misma ley, aunque no esencialmente, sino como por participación. Y así resulta que la misma inclinación de los miembros a la concupiscencia es llamada ley de los miembros.

 

2. Así como en los actos exteriores se puede distinguir la operación y la obra, por ejemplo, la edificación y el edificio, así en las operaciones de la razón cabe distinguir su mismo acto, que consiste en entender y razonar, y lo producido por este acto. En cuanto a la razón especulativa, primero está la definición; en segundo lugar, la enunciación; en tercero, el silogismo o argumentación. Y como la razón práctica emplea, a su vez, una especie de silogismo ordenado a la operación, como se ha dicho arriba, según lo que enseña el Filósofo en Ethic. VII, debemos encontrar en la razón práctica algo que sea respecto de la operación lo que en la razón especulativa es la proposición respecto de las conclusiones. Y estas proposiciones universales de la razón práctica, ordenadas a la operación, tienen carácter de ley, ya sean consideradas en acto por la razón, ya se encuentren sólo en ella de manera habitual.

 

3. La razón posee poder de mover recibido de la voluntad, según ya dijimos, pues cuando alguien quiere un fin, la razón manda sobre los medios que a él conducen. Pero para que la voluntad respecto de estos medios tenga valor de ley, es necesario que esté regulada por la razón. Y en este sentido se entiende que la voluntad del príncipe tiene fuerza de ley. De lo contrario, la voluntad del príncipe, más que ley, sería iniquidad.

 

 
     

SOBRE LA LEY

SOBRE LA LEY EN GENERAL

I-II, q. 90, La esencia de la ley

I-II, q. 91, Las distintas clases de leyes

I-II, q. 92, Los efectos de la ley

SULLE PARTI DELLA LEGGE

Ley eterna

I-II, q. 93, La ley eterna

Ley natural

I-II, q. 94, La ley natural

Ley humana

I-II, q. 95, La ley humana

I-II, q. 96, El poder de la ley humana

I-II, q. 97, Sobre la mutabilidad de las leyes

La antigua ley

I-II, q. 98, La antigua ley

I-II, q. 99, Los preceptos de la ley antigua

I-II, q. 100, Los preceptos morales de la ley antigua

I-II, q. 101, Los preceptos ceremoniales en sí mismos

I-II, q. 102, Razón de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 103, Duración de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 104, Los preceptos judiciales

I-II, q. 105, Naturaleza de los preceptos judiciales

La nueva ley

I-II, q. 106, Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

I-II, q. 107, Comparación entre la ley antigua y la nueva

I-II, q. 108, El contenido de la ley nueva