Los seres físicos contingentes, ¿están sujetos a la ley
eterna?
Objeciones por las que parece que los seres físicos
contingentes no están sujetos a la ley eterna.
1. La promulgación es esencial a la ley, como ya
dijimos. Mas la promulgación sólo puede hacerse a
criaturas racionales capaces de captar un enunciado. Luego
sólo las criaturas racionales están sujetas a la ley
eterna. No, en cambio, las cosas naturales contingentes.
2. Según se dice en I Ethic. : Lo que
obedece a la razón participa en cierto modo de la razón.
Pero la ley eterna, según dijimos antes, es la suprema
razón. Luego, como las cosas naturales contingentes no
participan en nada de la razón, sino que son completamente
irrazonables, parece que no están sujetas a la ley eterna.
3. La ley eterna es sumamente eficaz. Mas en los entes
naturales contingentes ocurren fallos. Luego no están
sometidos a la ley eterna.
Contra esto: Está lo que se dice en Prov 8: Cuando
fijaba sus límites al mar e imponía a las aguas una ley
para que no traspasasen sus fronters.
Solución: Se ha de hablar de manera diferente de la
ley humana y de la ley eterna, que es la ley de Dios. En
efecto, la ley humana no se extiende más que a las
criaturas racionales sometidas al hombre. Esto se debe a
que la ley se propone dirigir los actos de quienes están
sujetos al gobierno de alguien, por lo que nadie, hablando
con propiedad, impone una ley a sus propios actos. En
cambio, todo cuanto se haga en el uso de las cosas
irracionales subordinadas al hombre se reduce a los actos
con que el hombre mismo las mueve, ya que estas criaturas
irracionales no obran por sí mismas, sino que son movidas
por otro, como anteriormente se expuso. Por eso el hombre
no puede imponer leyes a los seres irracionales, por más
que le estén sujetos. Puede, en cambio, poner leyes a los
seres racionales que le están sometidos, imprimiendo en
sus mentes, con un mandato o indicación cualquiera, una
regla o principio de actuación.
Ahora bien, así como el hombre, con una indicación,
implanta en un súbdito un principio interior de acción,
así Dios imprime en todas las cosas naturales los
principios de los propios actos. Y de este modo se dice
que Dios manda sobre toda la naturaleza; según aquello del
salmo 148: Estableció un precepto que no pasará. Y
por eso mismo todos los movimientos y acciones de toda la
naturaleza están sujetos a la ley eterna. Y, en
consecuencia, las criaturas irracionales caen bajo la ley
eterna de otro modo, en cuanto son movidas por la divina
providencia, y no por la comprensión del precepto divino
como las criaturas racionales.
Respuesta a las objeciones:
1. Como es la inserción de un principio activo
intrínseco en los seres físicos, así es la promulgación de
la ley con respecto para los hombres, porque por la
promulgación de la ley, como dijimos antes, se imprime en
los hombres un principio director de sus propios actos.
2. Las criaturas irracionales no participan de la
razón humana ni la obedecen; participan, en cambio, al
obedecerla, de la razón divina; pues la virtud de la razón
divina se extiende a muchas más cosas que la virtud de la
razón humana. Y así como los miembros del cuerpo humano se
mueven a las órdenes de la razón, sin participar por eso
de ella, puesto que no tienen percepción alguna ordenada a
la razón, así también las criaturas irracionales son
movidas por Dios sin que por esto sean racionales.
3. Los
fallos que acontecen en las cosas naturales, aunque
ocurren contra el orden de las causas particulares, no
escapan, sin embargo, al orden de las causas universales,
principalmente de la primera, que es Dios, de cuya
providencia nada puede evadirse, según se expuso en la
Parte Primera. Y, como la ley eterna, según dijimos,
es la razón de la divina providencia, los fallos de las
cosas naturales están sujetos a la ley eterna. |