La ley antigua, ¿fue dada por los ángeles?
Objeciones por las que parece que la ley antigua no
fue dada por mediación de los ángeles, sino inmediatamente
por Dios.
1. Ángel significa mensajero, nombre que supone
ministerio, no dominio, según lo que se lee en el salmo
102: Bendecid al Señor todos sus ángeles, sus ministros.
Pero la ley antigua parece haber sido dada por el Señor,
según se dice en Ex 20: Y dijo el Señor estas palabras.
Y luego añade: Yo soy el Señor tu Dios. Y el mismo
modo de hablar se repite con frecuencia en el Éxodo y en
los siguientes libros de la ley. Luego la ley fue dada
inmediatamente por Dios.
2. En Jn 1 se lee: La ley fue dada por Moisés.
Pero Moisés la recibió directamente de Dios, según consta
por Ex 33: Hablaba el Señor a Moisés cara a cara, como
suele hablar un hombre con su amigo. Luego la ley
antigua fue dada inmediatamente por Dios.
3. A sólo el príncipe corresponde dar leyes, como
dijimos. Pero sólo Dios es príncipe de la salud de las
almas, mientras que los ángeles son espíritus
administradores, según se dice en Heb 1; luego la ley
antigua, al ordenarse a la salvación de las almas, no
debió ser entregada por los Ángeles.
Contra esto: Está lo que dice el Apóstol en Gál 3:
La ley fue dada por los ángeles como por mano de Mediador.
Y en Act 7 dice San Esteban: Recibisteis la ley por
mediación de los ángeles.
Solución: La ley fue dada por Dios por mediación de
los ángeles.
Además de la razón general indicada por Dionisio en De
cael. hier. c.4, de que las cosas divinas deben
comunicarse a los hombres por medio de los ángeles,
hay una razón especial por qué la ley antigua convenía que
fuese dada por mediación de los ángeles. Ya queda dicho
que la ley antigua era imperfecta, pero que disponía para
la perfecta salud del género humano, que había de venir
por Cristo. Ahora bien, parece que en todos los poderes y
en las artes ordenadas, el superior ejecuta por sí mismo
el acto principal y perfecto, mientras que los que
disponen para la última perfección los ejecuta por sus
ministros. Así, el constructor de barcos ajusta las piezas
de la nave por sí mismo, pero las prepara por medio de sus
obreros. Por esto fue conveniente que la ley perfecta del
Nuevo Testamento fuese dada por el mismo Dios hecho hombre;
pero la ley antigua, por sus ministros, que son los
ángeles. De este modo demuestra el Apóstol, al principio
de la carta a los Hebreos, la excelencia de la ley nueva
sobre la antigua, porque en el Nuevo Testamento nos
habló Dios por su Hijo, pero en el Antiguo Testamento lo
hizo por los ángeles.
Respuesta a las objeciones:
1. Como expone San Gregorio al principio de
Moral.: El ángel que apareció a Moisés se nos
presenta unas veces como ángel, otras como el Señor. Como
ángel, por cuanto servía, hablando exteriormente; como el
Señor, porque presidía interiormente y daba eficacia a las
palabras. De manera que el ángel hablaba como en
nombre del Señor.
2. San Agustín dice en XII Super Gen. ad litt.
sobre las palabras de Ex: Habló el Señor a Moisés cara
a cara, y sobre lo que más adelante se dice:
Muéstrame tu gloria: Sentía lo que veía, y deseaba lo que
no veía, pues ni veía la esencia de Dios ni era
adoctrinado por El inmediatamente. Lo que dice el texto:
Le hablaba cara a cara, se ha de entender según la
opinión del pueblo, el cual pensaba que efectivamente
Moisés hablaba cara a cara con Dios, cuando en realidad
hablaba y se le aparecía mediante una criatura interpuesta,
a saber, por el ángel y la nube. También por esta visión
facial se puede entender alguna contemplación eminente y
familiar, aunque inferior a la visión de la divina esencia.
3. Pertenece únicamente al príncipe dictar con su
autoridad las leyes, pero a veces las promulga por medio
de otros. Así, Dios instituyó la ley con su propia
autoridad, pero la promulgó mediante los ángeles. |